lunes, 1 de enero de 2007

Plata quemada

Plata quemada, de Ricardo Piglia.
Dimensiones de una tragedia.
(JUN-2005)
Tragedia significa cierta clase de relato según nos recuerdan los viejos libros, de quien gozaba de gran prosperidad y cayó de sus alturas a la miseria,
para terminar calamitosamente.” [1]

El narrador y la narración

La novela Plata quemada es una narración ficcional, pero que está basada en unos hechos reales que Ricardo Piglia rescata de diarios, reportes policiales y a través de la reelaboración de entrevistas de testigos del robo al Banco de la Provincia de Buenos Aires, hecho acaecido en el año 1965, entre Argentina y Uruguay. En el epílogo de la novela, Piglia se nos presenta como un narrador testigo, aunque en todo el relato narra en tercera persona. Utiliza variados lenguajes, desde argentinismos así como el lenguaje de la jerga policial y delictiva. A través del recurso del suspenso, Piglia relata un hecho delictivo, que deja ver cierta motivación e interés, como en casi toda su obra, de mostrar la “relación específica de la ficción con la verdad”(Critica y ficción, pág.10) y esa zona indeterminada en donde ambas se cruzan. Una ficción es utilizada, entonces, como una manera de comprender las tramas de la ficción social, y, por medio de la literatura, descifrar la verdad escondida detrás de todo hecho. Es una de las formas de acceder a esa verdad, que siempre es controlada por y desde el poder, y en gran medida, lograr reconstruir, a través de la ficción, el "relato de los vencidos" que revele la realidad histórica verdadera, el otro lado de la moneda, donde “la ficción trabaja con la verdad para construir un discurso que no es ni verdadero ni falso...y en ese matiz indecidible entre la verdad y la falsedad se juega todo el efecto de la ficción”(Critica y ficción, pág.13). La novela Plata quemada nos presenta, de manera directa o indirecta, cómo funciona el monopolio del saber, del poder y de la palabra, a través de el Estado, la sociedad, y la narración. “Cuando se ejerce el poder político se está imponiendo una manera de contar la realidad”(Critica y ficción, pág.105), la representación de la violencia legal contra la violencia ilegal, lo real y los límites de la verdad contada desde el poder es el relato de los “vencedores”.

Este trabajo literario podría interpretarse, como cierta intención del autor de lograr, a través de un tono narrativo, el discurso crítico, y la ficción como la narración de lo posible en la novela, que funciona como el espacio para la reconstrucción de relatos sociales, (y de la novela policial) en la búsqueda de la verdad desde otra perspectiva fuera del poder. Piglia se convierte en un investigador y, a través de muchas voces, construye y reconstruye una novela de ficción, siempre respetando la historia verdadera, donde la verdad es una dimensión de lo posible, aunque no siempre la exactitud de los hechos.

Dimensiones de una tragedia. Los valores sociales.

La sociedad es vista como una trama de relatos, un conjunto de historias y de ficciones que el autor reinterpreta para la reflexión sobre los hechos sociales que nos atañen ( quizás no sea su motivación originaria). Así que, en ese entramado, nos encontramos con algunas tragedias subyacentes en la sociedad. Por un lado, los personajes trágicos de la novela no gozaban de una posición privilegiada y de gran prosperidad, como se suele relacionar, de acuerdo al concepto tradicional de la tragedia( citada en el epígrafe) sino que, por el contrario, la propia precariedad material e intelectual de los ladrones, los lleva a delinquir para lograr con ello un bienestar económico que le permita llevar una vida licenciosa y despreocupada de toda obligación social, ética, moral mínimas requeridas en toda sociedad. La condición trágica de los autores del robo se nota en todo el relato y se va descubriendo el fatalismo a través del perfil psicológico y los recuerdos en cada uno de ellos. El mundo de las drogas y sexo revela cierta tendencia de ciertos sujetos a los actos salvajes y desproporcionados en la sociedad. La novela se convierte en la representación narrativa del delito, que casi siempre está ligada al dinero y a la trasgresión . Los valores se ven trastocados de manera violenta, bajo el imperio de una razón equívoca. La experiencia del mal se presenta en su sin razón, los fundamentos de la sociedad y también de la existencia son negados, lo que representa la negación en extremo de la razón misma. Los hechos hacen estremecer los cimientos de la sociedad, del orden y es una representación de la destrucción de lo que la constituye, como son la vida y los bienes. El dinero representa un poder en toda sociedad y en su relación con la ley parece indicar cómo lo ilegal y el delito está sostenido por el dinero.

Así, los males de la sociedad, los siete pecados capitales arrinconados en un apartamento de la calle Julio Herrera y Obes, en el cual se encuentran los sujetos en un estado de excepción, son temas vigentes, en donde los ladrones, héroes trágicos, más bien antihéroes, violando la relación básica del héroe con la sociedad, deciden quemar el dinero robado, en un último acto de rebeldía, incomprensible para quienes el dinero es más importante incluso, paradójicamente, que la vida. Pone en tela de juicio el papel del Estado que parece no estar haciendo mucho para rescatar los valores éticos y cívicos de la sociedad ideal, y donde, incomprensiblemente para nuestras sociedades Latinoamericanas, la Iglesia nunca interviene.

La novela Plata quemada es una critica a la cultura moderna que ha legitimado las trasgresiones de la ley y es una propuesta de que “la sociedad no puede funcionar con valores que son antagónicos con sus necesidades, no puede dejarse manejar por una cultura que exalta los valores que buscan desintegrar a la sociedad..., no puede seguir exaltando su propia destrucción “(Critica y ficción, pág.104)

Aunque la novela no trata, por lo menos directamente, de una critica a la conducta de los autores del delito, se puede notar la intención de un llamado a la reflexión acerca de los valores sociales y de la condición humana, que son claves para ver lo indisociables que resulta la reflexión literaria de lo político y lo social. Es visible la capacidad del autor de, como él mismo ha dicho, disminuir la frontera entre la ficción narrativa y el ejercicio crítico subyacente en la literatura. En ello consiste justamente, a mi entender, el trabajo reflexivo de Piglia, a través de la nueva literatura, cumplir con un rol social y llevar la novela como un ejercicio práctico para aprender a leer, como sujeto responsable que analiza su situación en el contexto social; invitando al lector a conocer o a reconsiderar los valores y, además, a descifrar la verdad que oculta todo hecho.

Bibliografía

Piglia, Ricardo. Plata quemada.Barcelona, España: Editorial Anagrama, S.A.,1997.
_ _ _. Crítica y ficción. Barcelona, España: Editorial Anagrama. S.A., 1986.

Steiner, George. La muerte de la tragedia. Caracas: Monte Ávila Editores, C.A.Caracas, 1970.
[1] Definición de tragedia citado en el prólogo al Monk¨s Tale, de George Steiner en La muerte de la tragedia pág.15




















5 comentarios:

Anónimo dijo...

Plata quemada se llevó al cine también.

Anónimo dijo...

Interesante la intención que usted dice que quiere trabajar el autor. Tenía entendido que los autores contemporáneos en general no tenían como objetivo servir de guiías morales. El acto de la quema del dinero y la reacción de la sociedad ante ello me pareció una simbología que traté de comprender, pienso que la gente se sintió vioelentada cuando vio la plata quemada, en llamas y esto indica que el dinero es venerado exageradamente en las sociedades actuales como todos lo sabemos demasiado bien.

Anónimo dijo...

Con respecto al anterior comentario, una posible explicacion al ritual de la quema puede verse en la carnavalizacion de Bajtin.

Anónimo dijo...

SEBASTIAN LIMERES ABOGADO DISFRUTE COMO LOCO LA PLATA QUEMADA QUE GRACIAS A CARLOS VES LOSADA AFANAMOS EN EL RACING CLUB.

Unknown dijo...

nesecito su punto de vista en refleccion al fragmento de plata quemada con tales de mileto